Al desnudo – Goran Dimiskovski

lunes 19 julio, 2021

From issue: Cross Country en Español 60 – Agosto 2021

Han pasado dos largos años. Me lesioné en septiembre de 2019 mientras despegaba en la PWC en Andradas, Brasil. Me lastimé la parte baja de la pierna en el despegue, dándome la vuelta. Tardé seis meses en recuperarme y después llegó el Covid y todo se detuvo.

Empecé a volar cuando era chico en el aeroclub nacional de Macedonia. Pasé por todas las etapas: aeromodelismo, paracaidismo, planeadores y por último, parapente en 1991/1992. Alguien trajo un parapente de Austria y lo vi mientras esquiaba. Me dije “¡Guao! Eso es para mí”.

En aquella época, era complicado importar parapentes en Macedonia. Mi primer parapente fue un ala de competencia, una Paratech P3. Empecé a entrenar con ella y sobreviví. El piloto que vi en la pista de esquí me enseñó lo básico.

La P3 era difícil de volar, pero manejable. Después pasé a la famosa P4, que era un ala peligrosa e imposible de controlar. Era demasiado exigente. Investigué un poco y contacté a Apco Aviation y terminé representando la marca en Macedonia. Tenía un ala de iniciación Apco y después pasé a la Extra en 1995. Fue entonces que considero que empecé a volar. 

Empecé a competir con la Apco Zen en 1996/1997 y desde entonces, he estado compitiendo de forma activa y he estado involucrado en la competencia.

Tuve una escuela y vendía equipos en Macedonia. Era una época complicada para comunicarse con las compañías porque no había Internet. Pero fundé una escuela y era un negocio grande. En ese entonces, hubo muchos conflictos en los países balcánicos. Había paz en Macedonia porque el país no estaba involucrado directamente, pero por estar al sur de Serbia los soldados venían los fines de semana. Muchos hicieron el curso. Progresamos y formamos un club grande.

La escuela chocaba con mis ambiciones en competencia. Estaba obsesionado con las competencias internacionales, pero tardé en descubrir el potencial de Krushevo. Vimos el potencial por primera vez en la década de 1990 cuando los pilotos de ala delta hicieron una competencia, pero el verdadero auge empezó con el diseñador de Neabirds, Vladimir Perevalov en la década de 2010. Estaba obsesionado y organizó la primera PWC en Krushevo en 2012. 

Es difícil verlo hoy en día, pero a finales de la década de 1990, los deportes aéreos en Europa Oriental estaban bien vistos. Había muchos eventos y competencias pequeñas porque los gobiernos locales te apoyaban.

Mi primer intento de competir en una PWC fue en 1999 en Kobarid, Slovenia, organizada por Xavier Murillo. Unos 15 pilotos éramos desconocidos y clasificamos. Pero el primer día, Xavier nos prohibió participar porque no nos habían probado. ¡Así que mi primer encuentro con la Copa del Mundo no fue tan agradable!

Mi primera Copa del Mundo de verdad fue en 2004 en Bassano. No he parado desde entonces. Y Xavier, que falleció en Perú hace diez años, se convirtió en un gran amigo.

Las alas de hoy en día son increíbles, no hay comparación. Como piloto de competencia, a quien no le encante estas alas debe tener un problema. Pero si tuviera que escoger una, la Apco Zen fue mi preferida. Siempre recordaré cuando la abrí en el suelo. La planta era diferente, las bandas también, todo era nuevo. Mi ala actual es una Leopard de Gin.

Me encanta el vuelo de competencia, de verdad. Simplemente me encanta. La sencillez, el proceso de retarse a uno mismo. No había volado en dos años, pero la semana pasada competí en Macedonia y la sensación es la misma. Te desconectas, despegas, llegas a gol o no. Eso es lo que me gusta.

Me involucro en la organización porque creo en el potencial. Además, soy bueno organizando eventos. Empecé en 2006 en el Campeonato Europeo en Serbia. Era un desastre, el director de competencia desapareció y Xavier me pidió que ayudara. Eso hice. Era como un casco azul de la ONU, mi trabajo era calmar los ánimos.

La Copa del Mundo ahora es una organización muy eficiente, de alta calidad, que funciona sola. Podemos ir a cualquier parte del mundo, llegar, instalarnos y hacer una competencia de clase mundial. A lo largo de los años, he formado un equipo pequeño con los mismos valores que es del agrado de cientos de pilotos cada año y eso es lo que más me enorgullece. 

Goran Dimiskovski es el presidente de la Copa del Mundo de Parapente. La PWC estuvo en Gemona en junio y estará en Serbia del 10 al 17 de julio, pwca.org

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