He desarrollado varios ejercicios para aprender diversas facetas importantes del control en tierra. Las tareas te enseñan acerca del frenado, conexión del peso del cuerpo con el ala y te ayudan a mejorar el equilibrio y memoria muscular. Hay cosas que puedes hacer en tierra que pueden ayudarte a volar mejor.
Lo que intentas lograr es tener más confianza en el despegue, para que puedas pilotar el ala de verdad. Esto hace que tengas la fortaleza mental para volar.
Cómo hacerlo
Busca un campo con pendiente que tenga un flujo de aire limpio, no el campo de la escuela del pueblo, porque con suficiente viento para inflar será turbulento. Prueba en una playa o en la cima de una colina plana. Usa tu arnés normal con protección, guantes y casco. En condiciones moderadas, usa tu parapente. Si apenas te estás iniciando o con frecuencia hay viento fuerte, un ala de entrenamiento en tierra puede ser una excelente herramienta de aprendizaje (son muy pequeñas y tienen menos potencia). No es lo mismo que un ‘ala de segunda mano vieja y destruida’, que no recomiendo porque despegan mal y generalmente son muy grandes, así que solo te arrastrará y perderás confianza.
Pasa seis minutos en cada tarea antes de pasar a la siguiente.
1. Despegue de frente. Coloca la vela en forma de herradura y despega suavemente. Después, mantén el ala a la vertical y mueve los pies (bastante) para controlarla, usa también los frenos (un poco). Inclínate hacia las bandas y mira hacia adelante. De esta forma, desarrollarás la sensibilidad con la ventral, que es importante para entender la vela durante la fase siguiente.
2. Corre: vuela. Coloca el peso del cuerpo sobre (no detrás) de la ventral y trabaja en cargar el ala de forma progresiva para llegar a la velocidad de despegue. Da zancadas largas en ‘cámara lenta’ con los brazos atrás y siente cómo el ala genera sustentación. Trabaja en volar lo más lejos posible, que solo sucede cuando coordinas la velocidad de la carrera con la del ala.
3. Detén el cabeceo. Cuando el ala se adelante, toda la nariz podría colapsar. Esto podría ser peligroso en una ladera empinada con piedras, en la que los pilotos generalmente bajan la velocidad por miedo al ‘borde’, lo que empeora todo. Practica hacer que el ala adelante: corre con ella, detente y frena ‘de golpe’ para detenerla. Vuelve a soltarlos inmediatamente para que siga volando. Otra forma es cargar el peso del cuerpo en la ventral para hacer que el ala se adelante.
4. Giro suave. Trabaja en las transiciones de giro. Frena un poco y gira para ver la vela. Mantenla en posición con una postura flexionada. Después, gira a la posición de despegue. Mantenla un rato y vuelve a girarte. Tu giro no debería afectar al ala, así que trabaja para que tus movimientos sean suaves y que la altura de tu cabeza sea constante.
5. Movimiento inverso: Empieza con un despegue de espalda convencional y trabaja para mantener la vela a la vertical. Mueve los pies de un lado a otro para compensar el alabeo. Mueve los pies hacia adelante y hacia atrás para manejar el cabeceo y la potencia. Frena un poco para controlar el guiño. Mantenla a la vertical lo más que puedas e intenta esquivar obstáculos.
6. La subida más lenta del mundo. Controla la velocidad del ascenso moviéndote hacia la vela mientras la subas. Si quieres un reto de verdad, inténtalo también de frente. El ala debe seguir subiendo pero lo más lento que puedas quitándole potencia. Con viento más fuerte, tendrás que correr más rápido.
7. ¡Fuera abajo! Frente a la vela, trabaja para que baje flotando suavemente hasta el suelo. Usa las A para ralentizar la caída o volver a darle energía. Este ejercicio te pone en contacto con la potencia y el momento en el que la vela entra en contacto con el flujo de aire.
8. ¡Punto de pérdida! La habilidad de matar la sustentación del ala frenando de forma agresiva puede ayudarte enormemente en un despegue térmico. Frena lo suficiente para que se retrasen y vuelve a soltarlos. Juega con ángulos diferentes y muévete también con el viento o contra el mismo antes de frenar.
9. De un lado al otro. Poder hacer que el estabilo vuele cerca del suelo te enseñará a frenar con delicadeza y usar el peso del cuerpo. Haz que el estabilo toque el suelo con delicadeza de un lado, después muévelo suavemente al otro. Esta posición es muy útil para moverse por un despegue y para reducir los tirones con viento fuerte. También te enseña a estar consciente del punto del negativo y a controlar el guiño.
10. Siguiente nivel. Para terminar, practica algo que hayas visto pero que nunca hayas intentado. Despega con la vela en coliflor. Despegue cobra. Dale la vuelta a la vela. Haz lo necesario para ir al límite, desarrollar más control y convertirte en maestro en tierra.
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