Una de las preguntas más frecuentes que recibo de los escuchas de Cloudbase Mayhem es cómo encontrar un mentor. Bill Belcourt, que es el mentor de casi todos los que vuelan en la región Intermontañosa del Oeste (como yo), fue entrevistado por esta revista como parte de su serie Clases Magistrales y hablamos de cómo debe ser un mentor y cómo encontrarlo.
Cuando analizo mi carrera en este deporte, hubo mucha gente que pareció aparecer mágicamente en el momento y lugar justos para ayudarme. Escuchar a Bill en su clase magistral me permitió ver más de cerca esa ‘magia’ e identificar las cosas más importantes que he aprendido de mis mentores.
¿Qué hace a un mentor?
Primero, veamos qué es un buen mentor. Todos los que han sido más fundamentales en mi desarrollo han sido, ante todo, excelentes pilotos. Los llamo Jedis. Tienen conocimiento Yoda acumulado a lo largo de décadas de vuelo y miles y miles de horas. Todos estos pilotos comparten dos características: humildad y confianza. Lo han visto todo y no se andan con payasadas ni rodeos. Están preparados.
Hoy día, muchos instructores son pilotos con talento para animar, pero con poca experiencia. El piloto más furibundo, que vuela todo el tiempo y anda obsesionado, pero que solo tiene cuatro años de vuelo puede ser un buen piloto, pero no está capacitado para ser un buen mentor. No ha visto lo suficiente, no ha procesado lo suficiente. No digo que se les deba descartar. Sin duda pueden estar en posición dar excelentes consejos sobre el manejo en tierra, técnicas de barrena o equipos, pero los mentores son seres distintos. Son el alma del deporte y lograr que nos acojan bajo su ala no tiene ningún truco: solo escucha y ayuda. Veamos en qué consiste.
Escucha: Abraham Lincoln dijo, “Es mejor quedarse callado y que todos piensen que somos tontos, que decir algo y que lo confirmen”. Las leyendas no son difíciles de hallar. En tu primer día de vuelo, alguien susurrará cuando llegue la leyenda. Escucha. Para Chrigel será un placer compartir sus conocimientos con cualquiera. Como para cualquier buen mentor. Respétalos, demuéstrales que estás interesado haciendo preguntas y escuchando sus respuestas.
Ayuda: Los mentores tienen experiencia. Mucha. Sacrifica algo de tu tiempo y ofrécete para buscarlos cuando aterricen. Devuélvele algo a tu comunidad y, como por arte de ‘magia’, un mentor te acogerá bajo su ala.
Estas son las lecciones más valiosas que he aprendido y las personas que me las dieron.
¿Para quién vuelas?
En 2014, durante la expedición Rockies Traverse, un vuelo vivac de 18 días por las Rocallosas canadienses, tuve la increíble oportunidad de pasar mucho tiempo con uno de mis héroes, Will Gadd. El primer día, cuando caminábamos al primer despegue, me dio un consejo que me ha salvado muchas veces. “Olvida las cámaras. No hagas nada para las cámaras. Lo que hacemos ya es bastante peligroso. Si te veo haciendo alguna estupidez para las cámaras, me voy. Lo hacemos a nuestro modo, a nuestro estilo y ellos lo pueden documentar. Quiero que lleguemos a casa a salvo”.
Volar con una cámara suma complejidad. Agrega un paso. Y le añade más riesgo a tu ego. Estoy convencido de que para el 99% de los pilotos es una mala idea. He visto a muchos pilotos con pocas horas de vuelo con GoPro en la cabeza para luego compartir en Instagram. Pregúntate siempre por qué vuelas. ¿Por ti o por el reconocimiento?
Deja el ego
En 2012 me invitaron a Haití para volar con Nick Greece. Un día intentamos hacer distancia, pero el techo estaba bajo, estaba movido y me estaba costando mucho. En un punto, Nick giró a la izquierda, hacia una selva mucho más comprometida y de inmediato consiguió una línea mucho mejor. No lo seguí y a los pocos minutos aterricé. Más tarde le pregunté qué había hecho mal. “No me seguiste”. Muy obvio, pero hay algo que no es tan obvio y que creo que afecta a la mayoría de los pilotos. Creemos saber más. Lo que pensamos funcionará. Pisotea ese ego y sigue las señales.
Haz el trabajo
Creo que mi vecino y mentor de muchos años Matt Beechinor (alias ‘Granjero’) es uno de los pilotos más talentosos del mundo. Hoy en día tiene muy poco tiempo para volar, pero cuando lo hace es el líder. Su sutileza con su ala, en especial en tierra (que, claro, se traslada al aire) es un recordatorio constante de que debo entrenar. Ver al Granjero me recuerda siempre que debo evaluar mis habilidades con honestidad y aplicar los correctivos necesarios.
Disciplina
Quizás ni siquiera tenga que decir su nombre, pero esto es de Russ Ogden, Campeón Mundial de Parapente de este año. Me lo dijo en la Superfinal de la Copa del Mundo de 2013, apenas mi tercera competencia. Su ‘disciplina’ en aquel entonces estaba adaptada a las carreras, pero para mí siempre ha sido el enfoque para el deporte. Debemos ser metódicos, invertir tiempo, ser meticulosos, jugar con nuestras fortalezas sin olvidar nuestras debilidades y entrenar. Si quieres ser bueno y estar a salvo, hay que entrenar y ser disciplinado.
¡Nos vemos a base de nube!