Chrigel Maurer ganó la Red Bull X-Alps por séptima vez, un récord, pero Maxime Pinot luchó toda la carrera – primero iba a la cabeza, después seguía y por último, observó con desesperación mientras Maurer hizo su jugada mágica y sacó 150km de ventaja. Michel Ferrer los entrevistó en la meta en Zell am See
Chrigel Maurer ganó su séptima Red Bull X-Alps en julio, pero nunca le habían pisado tanto los talones. En años anteriores, siempre se adelantaba y se quedaba ahí, pero este año un grupo de pilotos se le pegó como chicle.
El primero fue el francés Maxime Pinot. Terminó de segundo en la X-Alps de 2019 y este año buscaba ganar. Pasó 18 meses trabajando en la parte mental, incluyendo aprender autohipnosis, para estar mentalmente preparado para asumir la carrera de doce días y 1238km – desde Salzburgo en Austria hasta el Mont Blanc y de vuelta.
El primer día, Maxime tomó la delantera. El segundo día, la perdió y cayó una docena de posiciones. Después, pasó varios días remontando en la clasificación hasta que finalmente alcanzó a Chrigel justo antes de llegar a Francia. El día del Mont Blanc, estuvo a la cabeza de un vuelo increíble alrededor de la montaña y estaba eufórico al final del sexto día cuando seguía a la par de Chrigel, quien obviamente sentía la presión.
Pero después, Maurer hizo una de sus jugadas impresionantes. Se dirigió al norte cuando todas la previsiones indicaban que había que ir al sur. Las previsiones resultaron incorrectas y Chrigel tuvo razón – terminó el día con una ventaja de 150km mientras que Maxime y los demás se quedaron atascados todo el día en la inversión de un valle cerca de Domodossola al norte de Italia. Fue una pesadilla. Ver a Maurer sacar tanta ventaja fue, como dijo Maxime, “como si te golpearan con un bastón”.
Cuando Maxime, segundo en la carrera de 2019, finalmente llegó a la balsa en el lago de Zell am See, estaba de cuarto lugar, detrás de Chrigel de primero y Patrick von Känel y Simon Oberrauner de segundo y tercero, respectivamente.
El periodista, Michel Ferrer, estuvo en la meta en Austria y vio el desenlace. Conversó con Chrigel y Maxime días después que llegaran a la meta…
“Estoy muy orgulloso de mi equipo” Chrigel Maurer
Felicitaciones Chrigel. Volviste a ganar y qué forma de hacerlo. ¿Cómo te sientes? ¿Todo bien?
Me siento bien, gracias. No tengo dolores ni problemas físicos. En la ruta de este año hubo una buena mezcla de montaña, caminata por carreteras y vuelo, así que no estuvo tan grave físicamente. Caminé relativamente poco [329km en nueve días] y no tuve que caminar trazos largos en plano – el trazo más largo fue de 15km bajo la lluvia, cerca de Fiesch.
¿Cambiaste algo en tu entrenamiento antes de la carrera de este año?
En realidad, no. Fue más la calidad, trabajé en la recuperación, por ejemplo. En cuanto al entrenamiento, hago una semana fuerte y después una más relajada. Pero es algo que hago todo el año y lo disfruto.
¿Estás contento con la X-Alps de este año y con las decisiones que tomaste?
En una carrera como esta, todos cometen errores, incluyéndome. Pero logré no cometer errores en lugares importantes. Los cometí en lugares sin consecuencias importantes. A pesar de no haber estado contento.
¿Qué pensaste al principio? Especialmente cuando Maxime empezó a adelantarse?
No me sorprendió. Sabía que habría varios pilotos de mi nivel, cinco o seis que podrían ganar y que sería un reto más difícil que en años anteriores.
Abordé esta carrera de la misma forma que lo haría para una Copa del mundo, en la que 20 o 30 pilotos pueden ganar. Se vuela de forma táctica 90% del tiempo controlando y vigilando a los demás. Después, se arriesga al final y es cuando se puede ganar o perderlo todo.
Para los X-Alps de este año, decidí no arriesgar. Mi meta era economizar mi cuerpo lo máximo posible y arriesgar hacia el final. Esta táctica también sirvió mentalmente.
En cuanto a Maxime, una ventaja de una hora al final del primer día no es nada. Es normal. Solo tuve que seguir como había decidido, escuchar mi cuerpo, revisar que todo funcionara.
Cuando despegaste del Gaisberg el primer día, me pareció verte un poco nervioso, al menos más de lo normal
Es porque había competido muy poco este año. Si parecía concentrado es porque estaba observando al grupo. Sé que pilotos como Patrick von Känel, Aaron Durogati y Maxime Pinot pueden ser muy rápidos. Si se me escapaba el grupo adecuado al principio sabía que podría haber tenido muchos problemas. De hecho, estaba mucho más nervioso durante el Prólogo [la carrera de entrenamiento corta de un día antes de la carrera principal], porque es corto pero intenso. Y no sabemos cómo estamos con respecto a los demás pilotos.
En ediciones anteriores, cuando te has adelantado, nadie te ha vuelto a alcanzar. ¿Qué pensaste este año cuando viste que los pilotos siempre te alcanzaban? Es algo nuevo.
Este tipo de carrera puede dividirse en dos partes: tomar las decisiones correctas o “apresurarse”. Apresurarse solamente es mucho más fácil porque “decidirse” requiere tiempo para pensar con el equipo. En otras palabras “ir de primero” es mucho más difícil que seguir y apresurarse.
Vi a otros pilotos en la cabeza, cuando subían mejor que yo en térmica, por ejemplo, pero no controlaron muy bien la situación. El hecho de que algunos pilotos me hayan alcanzado no me sorprendió porque sé que ahora tienen el mismo nivel que yo. Pero si hubieran estado adelante, ¡de hecho habría sido más fácil para mí! Maxime Pinot pensó que podría ir adelante toda la carrera, tiene el temperamento y un estilo de vuelo que van de la mano.
En cuanto a mí, estaba muy orgulloso de mi equipo. Trabajamos juntos, éramos creativos, buscamos soluciones y al final fuimos muy eficientes.
¿Y qué hay de ti? Estás orgulloso de ti mismo y contento de cómo te fue?
Sí, porque no es fácil vivir una aventura como esta, una carrera tan rápida y difícil de forma segura. Los últimos fueron cada vez más difíciles y estaba muy contento de haber llegado justo antes de que las condiciones se tornaran peligrosas. Debido a que estas situaciones, no son tan fáciles de manejar. Somos humanos, a veces un poco tontos, y hacemos cosas que no queremos. De lo que sí estoy orgulloso es de haber llegado sano y de haber sido prudente.
El vuelo de la jugada mágica de Fiesch, donde sacaste 150km de ventaja el domingo 27 de junio, ¿cómo fue en vuelo?
Solo se hablaba de foehn, pero en realidad no era foehn, era solo viento de sur, no había ráfagas. Pero era fuerte y las térmicas también. El viento era lo suficientemente fuerte por lo que después de Disentis me obligó a tomar una ruta más al norte, sacándome más todavía del eje de la ruta.
Si no, todo el vuelo fue como conducir sobre nieve – dentro de mi límite, controlando, lidiando, soltando. Estaba contento de volar con una EN-D y no una CCC. Con un ala más alargada, las cosas se ponen feas en estas condiciones.
En resumen, estuvo “volable” todo el día, pero de los aproximadamente 20 vuelos de 200km que he hecho en los Alpes, este ha sido el más difícil. En cambio, después de la baliza de Piz Palü, volar viento en cola fue agradable, volando hasta la noche.
¿Por qué no volaste con la Omega X Alps 4? Preferiste volar la Omega XAlps 3, una ala que tiene dos años.
Recibí la OXA 4 a finales de mayo. Para mí, fue muy poco tiempo para conocerla bien. Preferí volar con la OXA 3 que conocía muy bien.
Sabemos que eres perfeccionista. ¿Todavía ves cosas que podrías mejorar?
Sí. Como equipo podemos todavía ser más eficientes para encontrar soluciones. Y a veces nos dejamos influenciar por los demás, lo que conlleva a confusiones. En cuanto a mí, tengo que ser más estricto en cuanto a la comida. Por ejemplo, me encanta el helado, ¡pero no es muy bueno para uno en competencia!
Además, estoy envejeciendo y sé que eso no me hace más rápido en vuelo. Cuando estaba más joven, me arriesgaba más y ahora soy más cauteloso y por lo tanto, más lento. Tengo que volver a volar en la Copa del mundo para entrenar y ser más agresivo en vuelo. Debo admitir que me faltó entrenamiento este año debido a la pandemia. Estaba volando bien, pero no al 100%. De cualquier forma, en el futuro, para la próxima X-Alps, debo tener cuidado de no volar demasiado lento.
En la carrera, en las fotos, diría que siempre te ves feliz, casi radiante
Bueno, eso depende de la hora del día. A veces no estoy feliz, estoy frustrado, cuando la previsión no ha estado buena o cuando cometemos errores. Pero pasa rápido porque es cierto que estoy contento de estar aquí. Ver lo que podemos hacer, que el equipo funciona bien.
¿Qué opinas del desempeño de los pilotos jóvenes?
En cuanto a Maxime Pinot y Patrick von Känel, conozco sus virtudes, pueden volar muy rápido. En cuanto a otros jóvenes que he conocido en carreras al estilo de la Bornes to Fly, que son muy intensas, como Tanguy Renaud-Goud, o Simon Mettetal, ¡si pueden venir a la Red Bull X-Alps el nivel subirá todavía más!
También me gusta la forma tan inteligente de volar de Simon Oberrauner. No arriesga, no fuerza la ruta y al final, sigue siendo rápido.
Si hablamos de virtudes, la eficiencia es importante. Hay que poder volar rápido para aprovechar bien los días buenos, eso permite llegar más lejos. Théo de Blic, por ejemplo, es un excelente piloto pero no era lo suficientemente rápido los días buenos.
Para tener éxito en la X-Alps hay que ser integral. Ser buen atleta, aprender a volar rápido en competencia, dominar el ala en tierra y también ayuda hacer un poco de acro. Se puede participar en la Copa del mundo sin nunca haber hecho una pérdida, pero aquí, es un requisito básico.
Dices que vuelas rápido, pero algo que me sorprendió cuando seguía el rastreo en vivo es la paciencia que tienes.
Sí, es una carrera, pero es cierto que a veces perseveramos durante mucho tiempo en el mismo lugar. Es la experiencia lo que hace que sintamos que vale la pena esperar, “va a salir la térmica”. Pero a veces es 50/50, es difícil saber.
Ayer, después de haber terminado la carrera hablé con Maxime acerca del día en el que se quedaron atascados cerca de Domodossola y yo me adelanté. Conversamos acerca de si debía haber aterrizado y caminar. No hay respuesta correcta, solo podemos hacer lo que nos parezca adecuado en ese momento.
CHRIGEL MAURER
Edad: 39
Nacionalidad: Suiza
Vuela desde: 16 años
Ala X-Alps: Omega XAlps 3
Asistente: Thomas Theurillat
Resultado X-Alps: 1ro, 8d 6h 30m
Trabajo: Piloto profesional y de prueba para Advance
Palmarés: 7 victorias en la Red Bull X-Alps, 3 veces campeón de la PWC, 3 veces campeón de la X-Pyr, 6 veces campeón suizo (ala delta y parapente), mÚltiples victorias en carreras de paramontañismo
XContest: 515km en distancia abierta (2018), triángulo FAI de 343km (2019)
“De repente, te cortan las piernas” Maxime Pinot
Hola Maxime, empecemos con una pregunta sencilla, ¿cuál fue tu mejor y peor día?
¡Empecemos con el peor! Fue el domingo 27 de junio, el octavo día de la carrera, cuando Chrigel hizo su movida que le dio 150km de ventaja. Estaba con Benoît Outters cerca de Domodossola y en un radio de 30-40km no había nada, ninguna térmica. Cuando Patrick von Känel y Simon Oberrauner llegaron a la zona, desde el sur, fue igual. Se hundieron y aterrizaron.
Volamos dos horas para hacer 10km. Y cuando supe que al mismo tiempo, el cielo se había despejado para Chrigel… fue muy difícil. Quería abandonar. Son demasiadas emociones que manejar. Tu objetivo se aleja y te das cuenta todo lo que te tardarías en caminar.
El mejor día fue el día anterior, la vuelta al Mont Blanc y después, el vuelo hacia Fiesch en Valais. Me di cuenta que Chrigel no es superhumano, estaba en el patio de su casa y aún así le estaba ganando. Además, vimos que tiene defectos, como cualquier otra persona. Incluso creo que a veces, cuando tiene muchas dudas, necesita depender mentalmente de su equipo para tomar decisiones.
En general, queda claro que el nivel está aumentando en la X-Alps. Chrigel ya no tiene el dominio que tuvo alguna vez y, en cuanto a su movida de ese domingo, ¡parecía una partida de póker! No creo que quería seguir compitiendo con nosotros.
¿Y qué me dices de la previsión para ese día?
Todas las previsiones decían lo mismo, iba a haber foehn. Hacer una vuelta por el norte como lo hizo Chrigel o quedarse en la ruta directa más al sur era una decisión 50/50.
Lo que no estaba previsto es que habría una capa de inversión a 2000m, sin brisa anabática, sin viento, nada. Solo una capa de nubes que sofocaba todo. Lo más loco es que en Locarno, a 40km, ¡los pilotos de biplaza nos contaron que hubo buenas térmicas! Estábamos en el lugar equivocado. Podría decir que fue bastante injusto. Pero así son las cosas.
¿Qué tal te parecieron las condiciones en general?
La gente no se da cuenta de las condiciones en las que volamos en la Red Bull X-Alps. Creen que controlamos la situación, cuando en realidad no controlamos nada. Y eso requiere que los pilotos puedan adaptarse. Volar con viento de 30 a 40km/h se hace normal, incluyendo cuando solamente es turbulento, como sucedió el octavo día durante el vuelo de 220km por Merano.
El vuelo que nos trajo hasta aquí, hasta Zell am See, ha sido el más horrible de mi vida. Había 40-50km/h de viento, iba a 95km/h hacia la montaña, hacia una térmica de +8m/s. Las cosas pueden ponerse feas.
Incluso hice que los planificadores de mi ruta que me seguían remotamente se asustaran. Ya no pensaba de forma estratégica, solo pensaba en la seguridad, en sobrevivir. Uno gira una térmica, incluso si es turbulenta, no la sueltas, y remontas lo más alto posible para escaparte porque sabes, gracias a los asistentes, que hay más de 40km/h de viento en el valle y que no podrás aterrizar.
Incluso si practicas volar con “viento fuerte” nunca volarás en condiciones como estas, porque simplemente es demasiado.
¿Es algo que te afecta?
Sí, te afecta mentalmente, pero paradójicamente diría que me ha dado confianza porque nos enfrentamos con todo, nunca hubo condiciones fáciles. Me salvé de mucho en 2019, así que me alegra haberlo vivido esta vez.
Pero a lo que me refiero es que si podría destruir mentalmente a un piloto. Porque algunos pilotos podrían verse muy afectados.
Sí podría. Para mí está bien, pero sé que me afectará después. Ya veremos. Por ahora, es importante asimilarlo bien y recuperarse.
Volvamos a la carrera. ¿Qué pensaste cuando Chrigel se adelantó tanto?
Debido a que soy bastante emotivo, vi que el cielo se despejaba para el mientras que nosotros estábamos pegados al fondo del valle. Pensé en toda esa preparación – porque he estado a fondo durante cinco o seis años – y de repente, se había terminado.
Solo quedaba algo por hacer: apoyarse en el equipo porque lo único que quieres es regresar a casa. Alcanzar una ventaja de 30 o 40km es posible, ya lo he hecho, pero 150km es imposible.
Cada quien enfrenta una situación como esa a su manera, pero lo único que puedo decir es que es difícil mentalmente. Han pasado siete días en los que todo iba bien, llevas buen ritmo y, de repente, te cortan las piernas. Es como si te pegaran con un palo, es imposible de describir.
¿Cómo te sientes con respecto a Chrigel?
Es una de las persona que me motivó a competir. Lo vi cuando yo era joven, cuando empecé a volar y me dije: “Lo que hace es fantástico”. Para mí, Chrigel sigue siendo impresionante porque siempre se recupera, es una locura; puede que sea su mayor virtud. Además, es un piloto excelente. Me siento orgulloso de poder volar y competir con gente como él.
¿Qué aprendiste en esta carrera?
Obviamente cometimos muchos errores pequeños, que discutimos posteriormente. También noté que me faltaba mucha información en algunos vuelos. La comunicación no funcionaba bien. La navegación es gran parte de esto. Uno ve el cielo y el mapa y siempre hay que pensar dos o tres pasos adelante. Si te pierdes de algo, puede costarte caro.
¿Y qué hay de la parte mental?
Trabajé con anticipación, pero todavía me falta trabajar más. Todo se pone a prueba todos los días. Por ejemplo, estás en el despegue esperando que las condiciones mejoren y sabes que los demás ya están volando. Uno no debe ser demasiado emotivo sino mantenerse firme y serle completamente fiel a sus decisiones. Si funciona, mejor aún. Pero si no funciona, hay que encontrar otra solución, no entrar en pánico. Hay que confiar en las decisiones que tomas y no perder tiempo en dudar.
Eso me recuerda lo que Thomas Theurillat, el entrenador y asistente de Chrigel Maurer le gusta decir: “Pasamos diez minutos pensando y ganamos una hora”. ¡Pero a veces no es verdad! Pierdes diez minutos, lo que te hace perder una hora. Siempre se arriesga un poco.
Me recuerda a una pregunta que le hice a Chrigel acerca de la paciencia que a veces demuestras tener en vuelo, que me parece admirable para una carrera tan larga.
Todo depende del momento en la masa de aire. A veces, si no quieres aterrizar hay que regresar e intentarlo de nuevo. Hace falta “encontrar la puerta principal” o esperar que se abra.
Cuando empecé a competir en carreras de parmontañismo, analicé mucho los vuelos de Chrigel. En cuanto a velocidad de vuelo, es un metrónomo. Generalmente, su velocidad promedio son 25km/h. Puede que no parezca mucho, pero es una buena velocidad en carreras como esta. Se vuela más rápido en carreras clásicas, a unos 30-35km/h, pero en la X-Alps, no quieres caminar por lo que vuelas un poco más lento. Miro mucho mi velocidad de vuelo promedio y si veo que voy muy rápido, pongo el doble de atención.
Es cierto que avanzar requiere paciencia. No es pisar el acelerador como algunos se imaginan. En Martigny, en la frontera franco-suiza, una diferencia de 150m entre Patrick von Känel y yo significó que yo pude cruzar el valle y Patrick se hundió hasta la brisa y aterrizó. Sucedió lo opuesto al día siguiente.
Tu ala era una de las cuatro Zeolite XD en la carrera, alas proyecto y las más ligeras en la carrera. ¿Tienes que devolverla?
Sí, van a analizarla. Pero la mía está en perfecto estado, no tiene ni un rasguño. ¡Pero no se puede decir lo mismo del ala de Benoît [Benoît Outters rompió un estabilo durante el despegue y usó los adhesivos de su patrocinante en su arnés para reparar las rasgaduras y siguió volado].
¿Qué planes tienes?
Regreso a trabajar haciendo biplazas en Annecy. También voy a tratar de que me seleccionen para la Superfinal de la copa del mundo en Disentis. Después, me gustaría encontrar una forma de ser más profesional en estas carreras. Quiero especializarme en la enseñanza y en dar cursos de distancia, hay demanda.
La X-Alps es excelente promoción para el deporte, da una buena imagen de lo que podemos hacer y para otros, abre otros horizontes. Hay un nuevo público que llega a las escuelas de parapente, que viene de la montaña, del trail. Es motivador y emocionante.
MAXIME PINOT
Edad: 29
Nacionalidad: Francesa
Vuela desde: 13 años
Ala X-Alps: Ozone Zeolite XD
Asistente: Jérémie Lager
Resultado en la X-Alps: 4to lugar, 9d 3h 1m
Trabajo: Piloto biplaza
Palmarés: 2do en la Red Bull X-Alps 2019, campeón PWC 2014, oro por equipos en al campeonato europeo 2016,
XContest: 324km en distancia abierta (2021), triángulo FAI de 319km (2021)
LA RUTA
La Red Bull X-Alps 2021 ha sido la más larga hasta ahora. En vez de un viaje de ida de Salzburgo a Mónaco, la ruta llevó a los pilotos por 1238km, por los Alpes desde Salzburgo hasta el Mont Blanc y de regreso.
EL PRÓLOGO
El Prólogo, una carrera de entrenamiento corta e intensa el 17 de junio estuvo fuerte y rápida. Chrigel terminó de primero en 1h 49min 30seg, seguido de Maxime Pinot 60 segundos después y el novato Tommy Friedrich de 20 años. Todos ganaron un pase nocturno adicional.
DÍA 1
Hacían 30ºC en el valle y había ráfagas de 50km/h en el Gaisberg cuando llegaron los pilotos. El viento bajó y Tommy Friedrich fue el primero en despegar. Pero las condiciones estaban estables y difíciles. Después de un vuelo difícil, Maxime Pinot hizo una maniobra ingeniosa a pie que le permitió llegar a la baliza de Wagrain de primero.
DÍA 2
Las condiciones eran nuevamente estables y los líderes tuvieron que esperar en la cima de Schmittenhöhe. Cuando el día arrancó, hicieron la baliza 3 y 4, pero Maxime aterrizó y bajó a la posición 12. Adelante en la noche, Maurer subió al Wendelstein (1800m) y aprovechó el vuelo para sacar 20km de ventaja a las 9pm.
DÍA 3
Los líderes avanzaron rápido para rodear la montaña más alta de Alemania, el Zugspitze (2962m). Chrigel llegó de primero, pero su ventaja de 20km se evaporó – Patrick von Känel estaba a apenas minutos detrás. Al final del día, iban literalmente juntos. Outters y Durogati iban de tercero y cuarto. Maxime subió a quinto pero seguía a 27km detrás de los líderes.
DÍA 4
Chrigel y PvK caminaron juntos por la nieve en Krachelspitze (2686m) para despegar pero tuvieron que esperar que mejoraran las condiciones. El retraso permitió a otros pilotos alcanzarlos y al final del día, la ventaja se había acortado más. Maxime estaba a apenas 15km de Chrigel y en cuarto lugar.
DÍA 5
Chrigel empezó el día con un despegue con viento fuerte desde el paso Klausen y el Internet colapsó. Rebotó por las montañas, pero quienes iban detrás no se rindieron. En la tarde, empezó a llover y tanto Chrigel como PvK tuvieron que caminar por el patio de su casa para firmar en la baliza de Fiesch. El final del día, los primeros 5 estaban a apenas 10km, con Maxime de quinto.
DÍA 6
En la mañana, el clima seguía marginal, lo que le permitió a Benoit Outters, el rey del ultramaratón, alcanzar a Maurer a pie. Pero cuando se volvió a volar, Maurer retomó la ventaja. El viento norte fuerte cerca de Dent d’Oche hizo que Patrick von Känel aterrizara en Martigny, pero Maxime siguió volando y literalmente la pasó por encima a Chrigel para tomar la delantera. Terminó el día en primera fila.
DÍA 7
“¡Vamos al Mont Blanc!” Maxime y Chrigel caminaron hasta la baliza de Dent d’Oche juntos. La meta del día: darle la vuelta al Mont Blanc. Al principio del vuelo, Chrigel, Maxime y Benoit a veces luchaban para mantenerse en vuelo. Pero en el Mont Blanc, cruzaron la Crete des Gittes a 2450m y siguieron a Italia. Simon Oberrauner de cuarto hizo una ruta alta espectacular sobre glaciares a 3,400m por Col de Miage. Al final del día, los pilotos volaron 10 horas difíciles y Chrigel iba a apenas 2km de Maxime. Maxime estaba eufórico.
DÍA 8
Maurer hizo su jugada. Mientras que la mayoría vio foehn en el pronóstico y decidieron quedarse en el sur, cerca de la ruta, Maurer vio viento sur fuerte – condiciones de vuelo difíciles pero no peligrosas. Decidió hacer una ruta más larga hacia el norte por el valle del Rhône. Voló 220km mientras que los demás se quedaron atrapados en un valle bajo la inversión sin poder remontar. Al final del día, Chrigel sacó 160km de ventaja y Maxime Pinot estaba 180km atrás y de quinto.
DÍA 9
Después de un buen día de vuelo, Maurer llegó a la meta, después de detenerse en el camino para firmar en las balizas y dar entrevistas. A su paso, el clima empeoró alrededor del Mont Blanc y dificultó el progreso del grupo intermedio hacia atrás. Al final del día, Maxime había subido a segundo lugar, a la par de Simon Oberrauner – les faltaban 78km.
DÍA 10
“Me siento desconsolado”, dijo Maxime a la cámara mientras se refugiaba de la lluvia en la baliza en Kronplatz. Iba de segundo cuando empezó a volar hasta que lo rebasaron Patrick von Känel y Simon Oberrauner, que aterrizaron en la balsa con 10 minutos de diferencia para terminar de segundo y tercero. Maxime llegó una hora después, de cuarto.
DÍA 11/12
Benoit Outters hizo un gran esfuerzo por tierra bajo un clima inclemente para llegar a la balsa a las 8:40pm el penúltimo día. Fue el quinto y último piloto en llegar a gol. Detrás de él, los pilotos siguieron avanzando hasta las 11:30am el día 12 para llegar a sus lugares definitivos.
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