Mi nombre completo es Víctor Rodríguez Santamarta pero en las redes me conocen como Parapente Moncho. Soy de León, España y he volado la mitad de mi vida. Tengo 33 años. Aprendí en una escuela de deportes en mi ciudad cuando tenía 17.
Pensaba que volar iba a ser algo extremo, como saltar de un acantilado. Pero fue sencillo, muchos inflados y progreso lento.
Siempre fui un chico inquieto. Jugué baloncesto y rugby, pero me di cuenta que el parapente era el deporte para mí. Me iba en tren hasta Ponferrada todos los fines de semana para encontrarme con otros pilotos. Así fue que progresé en térmica, siempre con la seguridad como prioridad.
Empecé a volar paramotor después de haber volado parapente cuatro años. Mis mentores fueron Jesús Vega y Juanjo García Abajo. Empezaron a entrenarme y yo solía ir de asistente a sus competencias. Cuando Juanjo se retiró de la competencia, me quedé con su lugar en el equipo y eso fue algo muy especial. Las competencias me motivaron a empezar en paramotor.
Mi primer parapente fue un Independence Dragon 2. Ahora vuelo un ITV Fury 14 proto con un motor Sky Engines Boxer 220S y una hélice Helix para slalom. Para volar en parapente tengo un ITV Guardian y un Gin Genie Lite 3. También tengo dos biplazas: un Windtech Ru-Bi 2 42 para volar sin motor y un ITV Bulldog 35 con un triciclo Power2Fly Fenix para volar con motor.
Siempre busqué patrocinantes desde el principio. Es así como he podido comprar equipo. Antes de las redes sociales, tenía un blog. Es más fácil darle retorno a los patrocinantes hoy en día gracias a las redes sociales. Es una herramienta muy útil. Uno conoce gente y entra en contacto con pilotos de todo el mundo. No lo veo como un trabajo porque es donde expreso mis ideas.
Siempre quise ser bombero. Me hice bombero cuando tenía 19 y mi trabajo me permite volar porque hago turnos de 24 horas y después tengo cuatro días libres.
Me encanta mi trabajo y la estación de bomberos es mi segundo hogar. Me motiva ayudar a los demás. De no ser bombero, no podría combinar el trabajo con el vuelo de la forma en la que lo hago. Es la combinación perfecta de pasiones.
Casi nunca me pierdo un amanecer o un atardecer. Me encanta estar en la naturaleza. Procuro aprender de los maestros y dejar el estrés de un lado.
La meditación ayuda a estar más en tiempo presente, y cuando volamos, meditamos casi sin saberlo. Cada vez que giramos una térmica, meditamos. Si voláramos todo el rato, no haría falta meditar. ¡Pero no podemos estar las 24 horas en el aire!
Este campeonato de slalom que gané es en el que más concentro he estado, es el que mejor me ha salido. Todas las mañanas antes de volar, hacía un poco de yoga y entre las mangas hacía meditación para visualizar la prueba. Ser campeón español de slalom es un título que no tenía todavía. Tenía varios años quedando de segundo, siempre tenía algún problema mecánico o algo, pero finalmente me monté en el primer lugar. Hasta que no me lo dijeron no lo creía.
La organización y el circuito estuvieron buenos. No se volaron muchas pruebas porque había mal tiempo. No podía fallar, no podía irme al agua.
Uno planea y Dios se ríe, sobretodo hoy día. Este año está el campeonato europeo en Polonia y el Icarobatix en la Coupe Icare. También me estoy iniciando en la precisión y mi meta es ir al mundial en Macedonia.
Le pedí matrimonio a mi novia. Pero retrasaremos la boda hasta que mejore la situación con el Covid.
Quiero seguir viajando con mi van y seguir haciendo aventuras. Es algo que extraño. Quiero agarrar el paramotor, ver un punto en el mapa e irme.
Entrevista: Joanna Di Grígoli
Víctor Rodríguez ganó el campeonato español de slalom en paramotor en junio. Puedes encontrarlo en instagram.com/parapente_moncho
