Después de tres años de ausencia, la X-Pyr vuelve con una ruta más larga y atrevida. Greg Hamerton se prepara para su segunda carrera y explica lo que hay que saber acerca de esta carrera épica de costa a costa por los Pirineos
Bajo la misma premisa de la Red Bull X-Alps, esta carrera de paramontañismo recorre la frontera montañosa entre España y Francia. Los atletas deben tener su propio asistente o asistentes y vehículo, y el trabajo en equipo es clave para tener éxito.
Los atletas se desplazan rápido con equipo ultraligero, navegando por senderos a velocidades que dejan sin aliento para llegar a despegues remotos, sobrevolar bosques intimidantes, aterrizar en lugares confinados y desplomarse dentro del vehículo de soporte cuando estén cansados y hambrientos. Si lo encuentran.
La X-Pyr tiene un ambiente amistoso. Debido a su presupuesto reducido, depende de voluntarios y fanáticos para mantener la organización en movimiento. A pesar de ello, la presencia en los medios es sobresaliente con actualizaciones y entrevistas diarias y pilotos de alto nivel. El rastreo en vivo depende de la red GSM que es limitada en los Pirineos, así que perdona a los organizaciones cuando pierdes a tu atleta preferido.
También es emocionante para los competidores. La X-Pyr es una carrera organizada por pilotos y se siente que todos están emocionados por participar o por completar su propia odisea por los Pirineos. A medida que transcurren los días, se convierte en una carrera a la delantera, un calvario en el medio y una guerra de deserción en la retaguardia. A diferencia de la X-Alps, no hay eliminaciones, aunque es la fatiga la que cobra a los rezagados.
El ganador será el piloto con la mejor estrategia que combine habilidades de vuelo, buena escogencia de la ruta y resistencia física.
¿Cómo se diferencia de la Red Bull X-Alps?
La X-Pyr conecta dos costas, por lo que el inicio y el final son difíciles de volar. Las condiciones son muy diferentes en los Pirineos, que están más al sur que los Alpes, por lo que las térmicas pueden ser más fuertes. Los Pirineos son más silvestres, menos desarrollados y más remotos que los Alpes.
¿Cuál es la historia?
“Todo empezó mientras seguía la Red Bull X-Alps y conversaba con Xavi Berneda”, explicó el director de la carrera Íñigo Redín, “Dijimos, ‘¡Hay que hacer una así en los Pirineos! Cruzar la cordillera de costa a costa’”.
En la primera edición, en 2012, hubo 13 equipos y era de 400km. “Hombres y mujeres valientes que se arriesgaron para ser los primeros en esta aventura”, dijo Íñigo. “Siempre se los agradeceré”.
Dos pilotos llegaron a la meta con una brecha de menos de 30 segundos. “El rastreo en vivo se congeló el último minuto por una demanda inesperada en los servidores, así que no estaba claro quién ganó hasta que analizamos las trazas. ¡Fue increíble!”
Después de esa edición, la X-Pyr empezó a crecer. En 2014, participaron 25 pilotos; en 2016, 36 y en 2018, 37. En 2020, sucedió el Covid que resultó en una agonía para los organizadores y los atletas si sucedería o no. Lamentablemente, se canceló. Este año, se escogieron 45 equipos. “También aumentó la dificultad porque el nivel de los participantes mejora en cada edición”, explicó Íñigo.
¿Quién está detrás?
El equipo está integrado por adictos de la Red Bull X-Alps, pilotos de distancia y fanáticos del paramontañismo. Íñigo Redín es el inventor de la carrera y está detrás de gran parte de la misma.
Xavier Berneda, dueño de la famosa marca Munich siempre la ha apoyado.
Raúl Marqués, Aitor Echevarría, Iván Malecki trabajan en diferentes áreas: reglas, selección, documentación, página web. Otros trabajan en diseño, espacios aéreos. Los clubes de los Pirineos también ayudan y durante el evento, hay un equipo de más de 20 fanáticos.
“Todos trabajamos arduamente para que sea un placer mirar una pantalla durante una semana en vez de salir a volar”, dijo Íñigo. “Me gustaría agradecer a todos los involucrados. También debo mencionar a mi familia, sobretodo a Merchi, mi esposa. La X-Pyr no existiría si ella no hubiera apoyado la idea”.
La ruta
Empieza en Hondarribia, un puerto histórico en una bahía de la costa Atlántica. La meta es el mar Mediterráneo por una ruta de más de 600km.
Desde Hondarribia, se atraviesa una planicie costera y se sube a la primera baliza: La Rhune (900msnm). Después, se sigue por colinas hasta la segunda baliza de Accous (1200m); se atraviesan las montañas españolas (y espacios aéreos complicados con parques nacionales) hasta la tercera baliza de Peña Montañesa y después…la ‘X’ para celebrar el 10º aniversario de la carrera y marcar la nueva cruz doble en el centro de esta carrera extrema.
Los pilotos deben cruzar la cordillera principal hacia el valle de Luchón y marcar la cuarta baliza de Arbas, ir hacia el oeste hacia la quinta baliza de Midi de Bigorre, regresar y pasar el valle de Louron y adentrarse en España antes que exploten las tormentas. El ritmo seguro se acelerará a partir de este punto hacia la sexta baliza de El Corronco y directo al este hacia la séptima baliza, Pic Des Mauroux para luego volar hacia las colinas que bloquean la llanura costera y el arduo camino para llegar el último obstáculo de Santa Helena de Rodes que permite hacer un planeo hasta la octava baliza de Port de la Selva y un chapuzón en el mar.
Íñigo opina que es la ruta más difícil hasta ahora, pero la más espectacular. “Queríamos conectar varias zonas de vuelo de los Pirineos para mostrarle a los pilotos la belleza de estas montañas”.
¿Qué le espera a los pilotos este año?
El primer día generalmente es un ataque físico: caliente, apresurado y tediosamente estable. Una carrera de 23km (con un equipo de 7-10kg) con un ascenso al final que determina tu posición y puede definir toda la carrera. El resto del día transcurre tratando de rasgar lomas boscosas con térmicas suaves atrapadas debajo de la inversión costera y luchando contra el cansancio mientras luchas por otra colina sin viento para volver a despegar.
El segundo día será muy interesante. Una vez que pases Accous, puedes escoger una ruta para llegar al lado sur de la cordillera, hacia España y el sol y las térmicas prometidas. Si hay viento fuerte del sur, será un ascenso largo y agotador sobre la columna vertebral de la cordillera y si no se vuela, será una decisión agonizante para bajar a pie o esperar. También, puedes quedarte en Francia y avanzar por valles complicados con techos más bajos y una caminata corta para salir de un espacio aéreo.
El tercer día, esperemos que se vuele bien. Las montañas son grandes, los valles son profundos y cada transición debe pensarse con cuidado. Si vuelas demasiado temprano, aterrizarás y te deprimirás. A mediodía, tendrás las piernas destrozadas y harás lo que sea para seguir volando. Es ahí cuando se ven las habilidades de cada quien.
El cuarto día, tu cuerpo siente el cansancio. Te duele la espalda por la mochila. Si usas los zapatos incorrectos, tienes dolores. Si no sabías que se te iban a hinchar los pies, tendrás ampollas. Si corriste demasiado con la mochila, te habrás destrozado las rodillas. La falta de sueño te hace sensible. Si vuelas, delirarás de la alegría. Si fallas, será difícil de soportar.
El quito día, estás agotado. Podrás haber comido bien y haber escogido bien la ruta, pero preferirías parar y dormir. Volar puede ser particularmente exigente y tendrás que invocar a tu ninja interno para pelear en vuelo. Tomar decisiones es como intentar moverse entre melaza, con una mochila.
El sexto día tienes la mirada perdida y una determinación macabra para seguir avanzando. Subir, volar, aterrizar, plegar, caminar, repetir. Si tienes la meta a tu alcance, llevarás tu cuerpo al límite. Si estás en la retaguardia, seguirás esforzándote al máximo porque has trabajado tanto por tu posición y no soportarías dejar que nadie te rebase. Un buen sentido del humor ayuda. Un asistente excelente es vital.
El séptimo día, recemos para que descanses.
Esta ruta es larga y más difícil de lo que parece. Cuando hice un vivac de una semana en 2015, llegué hasta Jaca (después de Accous). En la X-Pyr de 2016, después de una semana de caminatas difíciles y vuelos cortos y duros, llegué hasta la actual baliza 3 en Peña Montañesa.
Volar en los Pirineos
No conocemos el clima. El internet en el que confiamos no es confiable. Conocer la zona puede ser una gran ventaja. Poder predecir el clima con precisión puede ahorrarte ascensos innecesarios y llevarte al despegue correcto.
En la carrera de 2016, hizo muchísimo calor y luchamos viento en contra del lado equivocado (Foehn) de la cordillera. La carrera de 2018 parecía mejor, pero hubo tormentas.
El lado francés de los Pirineos es más fresco, húmedo y verde. El techo puede estar debajo de los picos altos, que hace que el relieve sea más difícil de volar. El lado español tiene techos más altos y es más seco. Se puede volar rápido, pero también puede haber más viento. En días con poco viento, el viento entra en una zona de convergencia por la cresta principal que puede generar cumulonimbos y las decisiones de ruta serán emocionantes.
En los Alpes, hay varios valles largos alineados con la ruta y es fácil volar o caminar en ellos. Los valles en el Pirineo generalmente van de norte a sur. Por ello, si quieres cruzarlos a pie, tendrás que caminar bastante para cubrir unos pocos kilómetros. Tendrás el mismo problema volando. Siempre encontrarás ‘paredes’ en el camino.
Las montañas no son tan altas como en los Alpes. Los picos más altos en los Pirineos están por debajo de 4000m y la mayoría están a unos 3000m. Además, hay muchos árboles. Ello hace que las condiciones se enciendan más tarde, por lo que no es fácil volar antes de las 11am – corres el riesgo de aterrizar en el valle.
Espacio aéreo
Puede ser difícil visualizarlos en 3D mientras compites cansado por una zona desconocida y todos los años hay violaciones al espacio aéreo que le salen caro a los pilotos con penalizaciones (generalmente, una parada forzosa mientras los competidores te rebasan). Un buen instrumento es esencial (o una batería auxiliar pesada para cargar el teléfono que usas para navegar por senderos, comunicaciones, previsión meteo, etc).
Hay un espacio aéreo al inicio de la carrera, del aeropuerto cercano. Hay diversos parques nacionales con espacio aéreo desde el suelo: muy frustrante si estás bajo en lugares clave de la ruta. Al final, hay un espacio aéreo enorme que obliga a los pilotos aterrizar al principio de la llanura y a caminar. Sería más divertido sin este, pero igual es un reto para todos.
Este año, hay una nueva zona volable al final de la carrera. Si todo sale bien, tendremos la opción de llegar a la meta volando. No es fácil, pero es mejor que las carreras anteriores.
Selección
Las solicitudes se enviaron durante la segunda mitad de 2021 y la lista final se anunció en enero. “Una vez que recibimos todas las solicitudes, un equipo evalúa a cada piloto”, explicó Íñigo. “Tomamos en cuenta diversos aspectos y todos cuentan en la puntuación final”.
El equipo evalúa las habilidades de vuelo del piloto, su experiencia en condiciones difíciles y en montaña. Para probarlo, piden trazas de vuelo, resultados en compes y habilidades de montañismo.
“Los equipos envían su CV con la información que consideran útil para ‘vender’ la idea que son el mejor para la carrera. Hay otros aspectos como presencia en redes sociales, nacionalidad y participación previa”.
Los cupos son limitados para asegurar una carrera emocionante pero controlada.
Entrenamiento
Quienes vivan en la montaña hacen ascensos regulares para fortalecer los músculos adecuados, de lo contrario, tendrán que ir al gimnasio. Subir rápido permite tener más tiempo para volar. Tener un abdomen fuerte es importante para la carga constante. Entrenar para el calor es más difícil, así que llegaré una semana antes para aclimatarme. Los pilotos de países calurosos podrían tener ventaja.
Lo mejor es entrenar en los Pirineos, para aprender de la ruta y conocer las condiciones. Requerirá toda una serie de habilidades, desde paciencia en condiciones suaves, saltar de una colina a otra, volar acelerado bajo calles de nubes, hasta transiciones devastadoras por relieve montañoso complejo. Más que todo, hace falta resistencia.
Preparación
Es fácil obsesionarse con una carrera como esta y pasar horas analizando trazas, despegues potenciales y aprender a decir agua en catalán (“Aigua, si us plau”). Tengo mapas de toda la ruta y el mapa en 3D es el más útil porque puedes pasar los dedos por los picos más altos, acariciar el paisaje, amansarlo. He analizado la ruta hasta Larun cientos de veces (no, no voy a ahorrar tiempo nadando para cruzar el río ni correr por la carretera más corta). Al final, solo quieres que empiece la carrera, para averiguar para lo que te deberías haber preparado.
Es complicado organizar la logística correcta. Esto incluye organizar vacaciones y encontrar un asistente. ¿Es mejor ir en auto (un viaje largo y agotador) o ir en avión hasta Barcelona y alquilar un vehículo? Lo difícil es comprar el pasaje de vuelta porque nadie está seguro cuándo terminará la carrera. Después está prepara la comida, provisiones del atleta, equipo médico, seguro, documentos, instrumentos.
Después está el equipo de vuelo: Para ser eficaz, debe ser ligero. Escogí, a mi parecer, la mejor combinación de rendimiento, comodidad y seguridad: Advance Omega XAlps 3, paracaídas Beamer 3 Light y un arnés Supair Strike 2. Una mochila Supair Trek Light 350, casco, rastreadores, teléfono, agua, merienda, GoPro, fibra polar ligera, chaqueta de vuelo y guantes para un total de casi 10kg.
Por qué hacerlo
Es lo más agotador que he intentado, pero lo hago por segunda vez. Es una carrera excepcional en un terreno de juego montañoso único y una oportunidad rara de medirme con los mejores. A pesar de sentirme cómodo con enfrentarme a los Pirineos, he aprendido a no subestimar el calibre de los competidores. Incluso si nunca has oído hablar de ellos, seguramente son titanes en su zona. Saben volar distancia. Buena parte se toma el entrenamiento en serio, por lo que son esbeltos y fuertes. En tierra, el ritmo es implacable.
¿Quién ganará?
Con el regreso del gran maestro Chrigel Maurer, el grupo irá a millón. Maxime Pinot estudió en la parte este de los Pirineos y ha competido en Val Louron y Luchon muchas veces. Chrigel estará bajo mucha presión para aguantar el reto de Maxime.
También sigue a Stanislav Mayer, Pierre Rémy y Simon Oberrauner quienes formarán un grupo cerrado. Nick Neynens es un invitado con experiencia en vivac y en competencia y toma decisiones inteligentes y atrevidas. José Ignacio Arévalo es local y veterano de la X-Pyr.
Yo tendré que luchar por un lugar junto a Keith Paterson, Reto Reiser, Logan Walters y los otros 20 equipos. Una carrera como esta está compuesta de tantos elementos y decisiones que los puestos son inciertos. Por ello, creo que es mejor concentrarse en el rendimiento individual, en disfrutar y en la seguridad, para colocarte en el mejor lugar para hacer una ‘jugada mágica’.
“Treinta y tres de los equipos son novatos en la X-Pyr [este año],” advirtió Íñigo Redin. “¡Así que espero que habrá sorpresas!”
Greg Hamerton estará grabando el recorrido, síguelo en flywithgreg.com y en su canal de YouTube youtube.com/c/FlyWithGreg