El futuro de Horacio

lunes 16 mayo, 2022

From issue: Cross Country en Español 68 – Junio 2022

“Ahora, la gente quiere resultados instantáneos, pero hay que ser paciente”. Después de 21 años en el mundo de las competencias de acro, Horacio Llorens revela por qué es el momento perfecto para cambiar. Por Ed Ewing

“Al principio todos pensaron que estaban locos, que eran peligrosos”. Después de 21 años, Horacio Llorens decidió hacer una pausa en su carrera de competencias de acro. “Quizás lo esté pensando demasiado, tal vez no sea gran cosa, pero se siente como si lo fuera”, dice durante una larga llamada de Skype unos días antes de Semana Santa. El sol brilla en su casa de Mallorca, donde se crió, y está de humor para hablar y recordar la infancia del acro, cuando todo estaba por ser descubierto y recién surgía la nueva generación de pilotos “increíblemente talentosos” de hoy en día.

Para el seis veces campeón mundial acro, doble medallista de oro en los Juegos Aéreos de la FAI y medallista de oro junto a su primo Raúl Rodríguez en sincro y plata en individual en el Campeonato Mundial de Acro de la FAI del año pasado en Italia, este parece ser un buen momento para retirarse de las competencias. “No dejaré de volar acro”, aclara, “pero creo que oro y plata en el Mundial es una buena manera de despedirse de las competencias”.

Además, no puede comprometerse a decir Nunca más. “No puedo decirle no a Raúl”. Raúl Rodríguez fue el primer mentor de Horacio cuando era adolescente y ahora a los 47 “sigue yendo más allá”. “Si Raúl dice, ‘Horacio, quiero competir en sincro contigo’, pues….” Lo deja abierto, pero lo que quiere decir es que no entrenará en Orgañá “cinco meses al año” ni se dedicará a aprender todos los trucos nuevos necesarios para mantenerse en la cima. Ahora prefiere enfocarse en proyectos de aventura y – pronta inauguración – a una escuela de parapente (“Escuela de Parapente Fusión”) que tiene planificada en Orgañá con Raúl, donde ofrecerá entrenamiento especializado en acro, tanto individual como en biplaza.

Ya casi en sus 40, Horacio voló por primera vez cuando tenía 12 años, cuando su tío Félix lo llevó en un vuelo en biplaza. El padre de las leyendas del acro Raúl y Félix, el tío Félix, ahora con 67 años, tenía (y aún tiene) una escuela de parapente en Albacete, sureste de España, y fue fundamental en la formación de sus hijos, y luego en la de Horacio, para iniciarse en el deporte.

“La primera vez que volé con mi tío, supe que quería volar”, dice, “pero estaba en Mallorca y mis primos y el resto de mi familia estaban en Albacete. Presioné un poco a mi madre para mudarnos y lo hizo feliz de la vida”.

Comenzó a volar con apenas 14 años, cuando sus primos mayores Raúl y Félix se establecían como los grandes maestros del nuevo arte del acro. Sin embargo, no se les hizo fácil. Volar con su estilo – con audífonos, haciendo pérdidas y espirales en el cielo antes de ascender sin esfuerzo aparente – generó muchas críticas.

“Al principio la gente pensaba que estaban locos, que eran peligrosos”, dice Horacio. “En un comienzo, para la gente era muy difícil entender lo importante que era el acro, en cierto modo. Porque lo bueno del acro es que logras un control excelente y preciso de tu ala”.

Fue por eso que, cuando Raúl y Félix fundaron su legendario Safety Acro Team en 1998, le pusieron ese nombre. Dice Horacio, “Le pusieron ese nombre al equipo para que la gente comenzara a entender que el acro no es solo hacer cosas locas, sino también entender cómo se comporta el ala sobre tu cabeza”.

En 2000, el equipo SAT se fue a Sudamérica a entrenar todo el invierno y a hacer una película, y Horacio, de solo 17 años, se fue con ellos – cuatro meses en Chile y Argentina. “Estaba obsesionado con entrenar, pasarla bien y compartir con Raúl y Félix. Así comenzó todo”.

Obviamente, su rendimiento escolar sufrió. “No terminé la secundaria. Le mentí a mi madre cuando le dije que la había terminado, pero que no iría a la universidad, que seguiría viajando. Por supuesto, ella no iba a aceptarlo”. Terminó trabajando en el bote de su padre para ganar dinero y al mismo tiempo comenzó a competir en las primeras competencias de acro.

Su primera temporada fue 2001 y llegó de 7º y 12º, pero en 2002 estuvo en tres de cuatro podios y quedó tercero en el recién creado Acro World Tour. El secreto era vivir y volar con Raúl y Félix, en especial con Raúl. “Raúl descubría trucos nuevos todos los años y yo aprendía de él, del maestro”. Agrega, “Raúl tenía un laboratorio en su cabeza para crear trucos nuevos. Soñaba con trucos nuevos y nos los explicaba. Imaginó el infinity tumbling dos o tres años antes de hacerlo. Incluso estaba adelantado en cuanto a materiales”.

Los resultados de Horacio en 2002 le ganaron un patrocinio con Gin para las siguientes dos temporadas, lo que junto a algo de dinero por premios ganados, fue suficiente para mantenerlo activo. Dicho sea de paso, al final consiguió su diploma de secundaria a los 21 años y fue a la universidad a los 22, donde estudió un semestre al año de ciencia deportiva. “Tardé nueve años en graduarme”, dice riendo. “Ahora tenía un Plan B”. 

No lo necesitaba. Ganó su primera competencia de Sincro en 2005 en la Acroaria, en Italia, y su primera individual el mismo año, en la Acro Fever de Turquía. Los años siguientes fueron una tormenta de primeros lugares y medallas de oro, hasta que en 2008 fue coronado por primera vez campeón de sincro e individual en el Campeonato Mundial de Acro. Pasó a dominar el podio durante una década, ganó el título de Campeón Mundial de Acro cuatro veces en Sincro (2007, 2008, 2010, 2015) y seis veces en individual (2008, 2009, 2010, 2012, 2013, 2018). “Soy muy competitivo”, dice sobre su compromiso con la competencia, “pero de buena manera. Sé perder y no me causa ningún problema. Pero también sabía que tenía el poder para seguir adelante, presionando y ganando”.

Su motivación por ganar se extendió a los récords mundiales. En 2009, Horacio se fue a Nepal para romper el récord mundial de infinity tumbling. En aquel entonces, el récord no paraba de subir – 60, 108, 120 – y un tal Chrigel Maurer lo había llevado a 210 vueltas consecutivas después de saltar desde un helicóptero, a 3.000m sobre Alemania. Olvidamos que Chrigel tiene mucha experiencia en acro y en XC, pero al principio, Horacio compartió podios con él. “Es un piloto increíble”, dice Horacio, “muy sensible y muy elegante”.

Horacio fue a Nepal con su amigo Veso Ovcharov. Estuvo tres meses allá, entrenando para intentar batir el récord. Partieron a la aventura porque era divertido, pero el récord resultante (281 revoluciones luego de saltar desde un helicóptero a 5.000m sobre Pokhara) y la película que hicieron, Infinity Himalaya, “fue un gran pico” en su carrera.

Horacio había estado “pateando la puerta” de la oficina de Red Bull en España desde 2003, pero el viaje a Nepal de inmediato llamó la atención. “De repente me tomaron en serio. Vieron que no solo eran competencias. También eran aventuras y vieron que podía crear un proyecto. Dijeron, ‘Todavía no estamos seguros, pero hablaremos con los jefes en Austria’”.

Su contrato se concretó en febrero de 2010. “Me llamaron cuando estaba en Bulgaria con Veso editando Infinity Himalaya. Dimos una fiesta enorme. ¡Estaba tan feliz! Fue un momento increíble”.

Dos meses más tarde, una tragedia. Alex Rodríguez, el hermano menor de Félix y Raúl, murió en un accidente de parapente en España. “El accidente fue el 28 de marzo de 2010”, dice Horacio, con la fecha grabada en su memoria. “Teníamos la misma edad. Comenzó a volar unos meses después que yo. Volamos y viajamos mucho juntos. Juntos descubríamos el deporte y el mundo… Quedé destrozado. Toda la familia, por supuesto”.

Luego de estar en la cresta de la ola, el accidente le obligó a cuestionar lo que hacía. “Pensé que sería difícil seguir avanzando y volar de la misma manera… Pero de alguna manera me dije, ‘Debo ser mejor por él’. Seguir yendo más allá por los dos porque compartíamos el mismo sueño”.

Agrega, “Y creo que me ayudó a ser un piloto más seguro y a entender que no somos invencibles. Antes del accidente, la familia para mí era intocable. [Pero], somos humanos y cometemos errores”.

Unos meses después del accidente, la carrera de Horacio alcanzó otro “clic”, cuando conoció a alguien que compartiría buena parte de su vida de vuelo durante la próxima década. “Tom de Dorlodot y yo estuvimos en el Festival de El Yelmo de ese año. Estaba presentando Infinity Himalaya con Veso y Tom estaba haciendo espectáculos aéreos como piloto de Red Bull. Vio mi película y, literalmente, dos horas más tarde estábamos compartiendo una cerveza y me estaba invitando a ir con él a África”. Fue el comienzo de una hermosa amistad. “Pensaba, no sé, pero se ve muy confiado”.

Siguieron 10 años de viajes a Guatemala, Sudamérica, viajes por tierra en África, Pakistán, India y en bote por el Pacífico Sur, lo que le dejó a Horacio algunos de sus recuerdos de vuelo más espectaculares. “Sobrevolar las Cataratas Victoria debe ser uno de los momentos más memorables”, dice, “porque fue una misión tipo James Bond. Despertamos a las 5am, despegamos a las 6am cuando todos dormían y volamos 50 minutos.  

“Y volar por el volcán Ol Doinyo Lengai en Tanzania. Hacían 45ºC en tierra y había enormes remolinos que se elevaban hasta 500m del suelo”. Horacio aterrizó sobre el volcán y, como se acercaba una tormenta, tuvo que pasar la noche en la cima. “Era gigantesco. Ráfagas de 90km/h y pasé toda la noche varado en el borde del cráter. Dormí con el sonido de la lava burbujeante”.

Al recordar aquellos viajes y ahora las expediciones bien financiadas, a veces parece fácil, como si una cosa automáticamente llevara a la otra, pero Horacio insiste en que no es así. Lo que más frutos le ha dado es la “paciencia”. “Ahora todo pasa muy rápido. La gente quiere resultados y los clics en Instagram, pero las cosas toman tiempo. Tienes que hacerte un nombre poco a poco. Hay que presionar – con suavidad – y hay que ser paciente. Esto es parapente. Amamos nuestro deporte y siempre lo amaremos, pero encontrar dinero es difícil. Nadie va a llamar a tu puerta, tienes que ir a buscarlo. Y poco a poco, si tienes paciencia, eres buen piloto y entrenas, tendrás resultados. Si quieres ser piloto profesional”, añade, “lo mejor es hacerlo como un profesional. “Aprende a redactar un email, a hablarle a los patrocinadores, a organizar un proyecto y un equipo”.

Todo esto nos lleva al siguiente nivel de la vida de vuelo de Horacio. Ahora con el patrocinio de Ozone y Red Bull, espera comenzar a volar en competencias de distancia. “Tengo una nueva Zeno 2. Debo aprender el estilo de carrera y estoy ansioso por aprender los secretos de compes de distancia de mi primo Félix Rodríguez. La pasé muy bien compitiendo contra Pál Takáts en acro todos estos años y me gustaría competir de nuevo en distancia”.

También planea volver a Pakistán este año con Tom. La misión obvia es sobrevolar el K2, el siguiente Gran Reto, pero prefiere no hablar de metas específicas. “Si podemos volar el K2, lo volaremos. Si podemos batir el récord mundial de altitud, lo batiremos. Pero Pakistán es complicado. No haremos estupideces”. 

CV DE VUELO DE HORACIO LLORENS

1996: Primer vuelo solo a los 14

1998/99: Primeros vuelos a Sudamérica con el equipo SAT

2000: Primeras compes, 7º en Acroaria, Italia

2002: 3er lugar Copa del Mundo de Acro

2003-6: Circuito Copa del Mundo de Acro 3º, 4º, 3º, 3º

2007: Campeón mundial de acro (sincro con Hernán Pitocco)

2008: Campeón mundial de acro (sincro con Hernan Pitocco y solo)

2009: Medalla de oro en los Juegos Mundiales del Aire FAI, Campeón Copa del Mundo de Acro (Solo); récord mundial Infinite Tumbling – 281 en Nepal

2010: Campeón Copa del Mundo de Acro (sincro con Raúl Rodríguez y solo); primer contrato con Red Bull; lanzamiento de Infinity Nepal

2011: Search Africa con Tom de Dorlodot

2012: Campeón Copa del Mundo de Acro (Solo); récord Guinness Infinite Tumbling – 568 en Guatemala

2013: Campeón Copa del Mundo de Acro (Solo)

2015: Campeón Copa del Mundo de Acro (sincro con Theo de Blic); oro (sincro) y bronce (solo) en los Juegos Mundiales del Aire FAI en Dubái

2016: Medalla de plata Campeonato Mundial de Acro FAI; organizó el primer AcroGAME en Orgañá, 

2018: Campeón Copa del Mundo de Acro (Solo)

2021: Oro (sincro con Raúl Rodríguez) y plata (solo) Campeonato Mundial de Acro

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