Soy expiloto de competencia de Feltre, Italia. Empecé a volar en 1987 en Feltre con una Brindazur 24K. La K es de Kevlar, porque fue uno de los primeros parapentes con líneas de Kevlar. Tuve suerte porque era una de las mejores alas en esa época. Para despegar, había que halarla fuerte con las manos sobre la cabeza y gritar ‘¡Banzai!’
Antes de trabajar en parapente, era electricista de automóviles. Empecé a volar por diversión, pero en 1991 trabajé como piloto de prueba para una marca italiana llamada East Wind durante seis meses. A partir de entonces, me quedé en el mundo del parapente. Cerré el taller y nunca más lo volví a abrir.
Competí durante 20 años, desde 1989 hasta 2009. Mi primera competencia fue el Campeonato Mundial en Kössen, en la que gané medalla de bronce.
Empecé a importar parapentes Swing junto a mi amigo Ivo Gadenz. Contacté a Swing porque hice el curso con Martin Scheel que era diseñador de Swing. Aprendí mucho de el. Era uno de los mejores escaladores y montañistas de la época y ahora es uno de los mejores fotógrafos.
También fundé una escuela, Para & Delta Club Feltre. Todavía la tengo. Me gusta dar cursos de alto nivel, de vuelo de distancia. También organizamos el Campeonato Mundial de Parapente en 2017 en Monte Avena.
El año pasado trabajé en la Swing Sphera RS dos bandas. Me gusta trabajar con mi colega Alessio Casolla, diseñador y piloto de prueba de Swing. Es muy fácil trabajar con Alessio. Empezamos con una idea, él la diseña, yo la vuelo y le doy mi opinión del pilotaje y de lo que creo que hay que cambiar.
Me gustan los vuelos de distancia largos. El año pasado, volé 200km en diez horas con un prototipo de la Sphera RS. Pero ya no hago dos vuelos largos seguidos. Antes podía hacer tres vuelos de nueve horas en una semana o varios días de competencia. El vuelo de distancia y el de competencia son diferentes. En competencia, en tres horas tienes la misma tensión de un vuelo de distancia de nueve.
Solo hicimos cuatro prototipos de la Sphera RS. No son muchos. Normalmente, pueden hacer falta 20 prototipos. La meta es diseñar un ala CCC después de la Sphera. Pero por ahora no tenemos tiempo para ello.
Intentamos unirnos a otra compañía para incorporar el RAST a un ala de competencia. Sabemos bastante del RAST y ellos, de alas CCC. Estamos seguros que si incorporas el RAST a un ala de competencia, funcionará. Hará que aumente la seguridad y podrás volar más rápido porque habrá más presión. En turbulencia, tendrás más rendimiento. Pero es muy difícil de demostrar. Puede que lleve dos años más.
Tuve tiempo de escribir un libro durante la pandemia. Se llama Signori del Vento (Señores del viento). Es mi historia del parapente de 1985 a 2000. Tengo quince años más que escribir, pero fue suficiente porque casi había terminado la pandemia. Este libro es un hijo de la pandemia.
Me gusta el libro porque no es solo mi historia sino que tiene 18 invitados. Son historias de otros pilotos famosos como Martin Scheel, John Pendry, Rob Whittall, Bruce Goldsmith, y muchos amigos que empezaron a volar conmigo. Está mi historia y la misma historia desde otro punto de vista que a veces es totalmente diferente. Puede que sea el único libro de la historia de parapente.
Hay historias de competencias, pero también historias de vuelo y tradiciones. Por ejemplo, hay una de una cena tradicional en la que puedes ganar el Trofeo Rey del Pollo por contar la mejor historia de un incidente que hayas tenido. También verás mi nombre en el trofeo.
Me divertí muchísimo escribiendo el libro. Hay muchas fotos de mi historia que no había mostrado antes. Creo que la mejor historia es la de Robbie Whittall. Es muy espiritual, escrita desde el alma.
Signori del Vento (250 páginas, €20 + envío y embalaje) está publicado en italiano y está disponible directamente del autor maurizio.bottegal@gmail.com
Entrevista de Bastienne Wentzel