Icarística – Marea de conocimientos

lunes 18 octubre, 2021

From issue: Cross Country en Español 63 – Noviembre 2021

He trabajado en el desarrollo de máquinas voladoras desde 1987, al principio en alas deltas, después parapentes y recientemente, velas de kitesurf. A lo largo de este periodo, ha habido docenas de compañías independientes trabajando en paralelo para mejorar nuestras máquinas voladoras. 

Al principio, la motivación era volar de forma segura. El ala flexible de Rogallo llegó mientras los demás trabajaban en alas rígidas que eran más complejas, costosas y frágiles, pero con mejor planeo. Pero la sencillez de la Rogallo ganó entre empresas de todo el mundo que trabajaban duro para desarrollar y hacer evolucionar el diseño para resolver problemas de seguridad y rendimiento.

Una vez que lograron volar de forma segura, el rendimiento y la competencia fueron la fuerza motivadora detrás del desarrollo.

 

Investigación y diseño

Cada compañía que trabajaba en el desarrollo de estas máquinas voladoras eran de hecho equipos pequeños de investigadores que trabajaban juntos para cada compañía independiente. Solamente en Reino Unido, estaba Airwave, Solar Wings, Highway, Southdown Sailwings y Mainair que competían ferozmente para diseñar mejores alas. En Estados Unidos, Francia, Austria, Italia y Alemania, había grupos parecidos de compañías que desarrollaban nuevas ideas, hacían prototipos, vuelos de prueba y se esforzaban para desarrollar mejores productos.

Simultáneamente, apareció una nueva camada de diseñadores que eran tanto atletas como ingenieros. Gente como Bob Wills (US), Gerard Thevenot (FR) y Josef Guggenmos (DE) desarrollaron y volaron sus propias creaciones y ganaron competencias en todo el mundo. Se convirtieron en mis modelos a seguir.

Este tipo de desarrollo es bastante diferente a como la tecnología avanza normalmente. En los planeadores, por ejemplo, existe una organización sin fines de lucro llamada OSTIV (por sus siglas en francés). Esta organización publica trabajos de interés tecnológico para todos los diseñadores de planeadores, además, todos los fabricantes son miembros, por lo que pueden aprovechar una base de datos común. 

Mientras tanto, en el ala delta y el parapente, la compañía que realiza los desarrollos los vigilan celosamente.

 

Ideas compartidas

El conocimiento científico general tradicionalmente es desarrollado por universidades y se publica en tesis o trabajos académicos. Las patentes también pueden ser parte de este proceso, a pesar de ser escasas en el ala delta y el parapente.

A lo largo de los años, ha sido fascinante ver cómo a diversos fabricantes con los mismos problemas se les ocurrían soluciones diferentes – o incluso las mismas. A veces las marcas copian desarrollos de otros fabricantes, pero generalmente no lo hacen; simplemente tienen el mismo problema técnico y se les ocurren las mismas soluciones técnicas. 

Esta idea de que a varias compañías se les ocurra la misma solución técnica para un mismo problema lleva a la idea de “marea de conocimientos”. Es el concepto de que nuestras ideas y conocimientos están basadas en el mismo nivel de conocimiento y experiencia de la industria en ese momento. Esto lleva a ciertos desarrollos lógicos para resolver los retos tecnológicos actuales. 

La idea de la marea de conocimiento es totalmente opuesta a la idea de la patente, en la que la que un individuo o una compañía desarrolla ideas nuevas de forma aislada. Con la marea de conocimiento, toda la civilización es responsable, en lugar de una idea de una sola compañía o individuo. La teoría de la marea de conocimientos acepta que si los diseñadores tienen el nivel actual de conocimientos y se les confronta con el mismo problema técnico, existirán pasos lógicos para resolverlos.

En realidad, ambos modelos de desarrollo existen en paralelo. A veces, las ideas son verdaderamente individuales y podrían patentarse, como por ejemplo, el concepto original del ala delta de Rogallo. Otras veces, es simplemente la marea de conocimiento que conlleva a la evolución de los diseños. Separar qué es una idea única y qué es parte de la marea generacional de conocimiento es muy difícil. 

 

LAS SEIS GENERACIONES DEL ALA DELTA

Primera, 1971–75: Desarrollo de alas delta a nivel comercial cuando creció el interés a nivel mundial

Segunda, 1974–76: Aumento del ángulo de la nariz, deflectores

Tercera, 1977-79: Deflectores múltiples

Cuarta, 1978–80: Quilla cerrada y varillas en las puntas. El piloto volaba boca abajo. La Atlas de La Mouette tenía todos los elementos de seguridad todavía presentes en la actualidad.

Quinta, 1980–97: Entre los desarrollos se encontraban ballenas preformadas, barra transversal flotante y barra cruzada dentro de una superficie doble. 

Sexta, 1997 hasta la actualidad: Calva (sin mástil). A finales de la década de 1990, el uso de barras transversales de fibra de carbono robustas permitió eliminar el mástil en la parte superior del ala, lo que aumentó el rendimiento gracias a la reducción de la resistencia parásita.

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