Dmytro, un lector, nos hizo varias preguntas interesantes con relación a las ráfagas de viento:
- Las previsiones incluyen velocidad del viento y ráfagas. El viento es el viento meteo, pero ¿qué hay de las ráfagas? ¿Tienen una naturaleza ‘meteo’ similar?
- ¿Cómo se forman esas ráfagas?
- ¿Cuánto duran y qué distancia recorren?
- ¿Se sabe de patrones de extensión o difusión de las ráfagas?
Son preguntas válidas de un fenómeno meteorológico que conocemos conceptualmente, pero los detalles de su dinámica siguen siendo un misterio.
¿Qué es una ráfaga?
Una ráfaga es un aumento repentino local de la velocidad del viento inferior a 20 segundos.
Al viento meteo se le llama formalmente viento sinóptico. Es viento generado por gradientes de presión a gran escala que evolucionan durante días. Todos hemos visto las isobaras en un mapa meteorológico – son un ejemplo de los gradientes de presión a escala sinóptica. Mientras más cerca estén las isobaras, más fuerte será el viento sinóptico.
Los modelos de previsión meteorológica globales muestran bien el viento sinóptico, mientras que los modelos regionales, con mayor resolución, muestran algunos aspectos del viento a mesoescala (escala intermedia). Un ejemplo de viento a mesoescala sería la circulación del llano a las montañas.
Las ráfagas son un fenómeno más pequeño en comparación a la escala de modelos con mayor resolución. Por ello, una ráfaga de viento superficial es un fenómeno de área limitada y no se muestra. Esto no significa que la intensidad del viento superficial no pueda pronosticarse – puede derivarse de otra información que el modelo pueda pronosticar.
Cómo pronosticarlas
Los factores principales en un pronóstico de ráfagas en la superficie son la intensidad del viento sinóptico a niveles específicos sobre la superficie y el perfil de estabilidad en estos niveles inferiores. Además, la regularidad de la dirección del viento por encima de la superficie también juega un papel importante para ayudar a una cantidad de aire que se mueve rápido desde arriba a llegar a la superficie.
Estos tres factores se toman en cuenta cuando un modelo calcula la intensidad de las ráfagas pronosticadas en la superficie. A nivel regional, pueden aplicarse métodos estadísticos para mejorar los pronósticos de viento en la superficie al incorporar los datos históricos de una estación en tierra.
En resumen, la respuesta a la primera pregunta es, sí, la velocidad de las ráfagas en el pronóstico está basada en la velocidad del viento sinóptico a diversos niveles por encima de la superficie y la estabilidad y regularidad de la dirección del viento influyen en el cálculo. Sin embargo, las ráfagas individuales son muy pequeñas para aparecer en un modelo.
Cómo suceden
Cómo se forman estas ráfagas de viento sinóptico puede explicarse desde una óptica conceptual o computacional. Conceptualmente, con viento fuerte en altura y una capa límite convectiva, sucede un intercambio de momento hacia arriba y hacia abajo. Las térmicas llevan el aire más lento hacia arriba hasta donde empieza a acelerarse con el viento fuerte en altura.
Sabemos que con todo el aire que sube dentro de las térmicas, debe descender aire para compensar. Este aire descendente trae consigo mayor momento de aire a la superficie, lo que resulta en una ráfaga de superficie. Si la dirección es lo suficientemente constante a niveles inferiores, el resultado será aire descendente rápido.
En la práctica, imagínate un escenario con un valle amplio en el que el flujo del valle se alinea con el viento en altura. Una cantidad de aire que desciende servirá para acelerar momentáneamente el flujo del valle. Esta ráfaga puede hacer que la aproximación al aterrizaje sea emocionante.
Ahora imagínate lo opuesto. Si el viento de valle es opuesto al viento en altura, el aire descendente puede servir para generar momentos de calma en la brisa de valle. En días como este, la brisa de valle podría empezar más tarde pero podrían haber zonas de turbulencia de cizalladura más arriba si los vientos opuestos son fuertes.
Un pronóstico no muestra la mayoría de los valles y de seguro tampoco cada serie de aire descendente. Sin embargo, basado en los algoritmos y la velocidad, dirección y estabilidad del viento a niveles inferiores, el modelo puede calcular una velocidad razonable para las ráfagas de viento en la superficie. Hacemos lo mismo de forma intuitiva al ver el viento en la parte alta de las térmicas y al menos una capa más arriba, para darnos una idea de qué tan bueno o malo se arma un día de vuelo.
Ciclo de vida
La estructura y el ciclo de vida de las ráfagas, así como la distancia que recorren es una pregunta compleja cuando nos salimos del mundo de los modelos y entramos en el aire por el que rebotamos. El concepto más sencillo de una ráfaga de superficie puede imaginarse como un globo de agua que golpea el suelo y derrama agua en todas direcciones. Esto se ve a veces en un frente de ráfaga o en un microrreventón.
Lo que complica las cosas es que la mayoría de las ráfagas no son redondeadas sino alargadas por la dirección del viento. Esto hace que el borde contra el viento acelere el viento que ya está en la superficie y que el borde en el sentido del viento desacelere el viento en la superficie. La disipación de la energía traída por una ráfaga en particular tiene que ver con varios factores incluyendo irregularidad de la superficie, topografía e interacción con otras ráfagas o momentos de calma en las cercanías.
En la ladera
Como pilotos, debemos saber que las ráfagas no solo se generan por aire que desciende más rápido desde más alto. Las ráfagas pueden generarse por un relieve intrincado que puede ocasionar confluencia y aceleración intermitentes. Desde luego, la turbulencia de sotavento generalmente puede distinguirse desde el suelo debido a lo repentina y abruptamente rachosa que es. Las ráfagas que se producen debido al viento que se desplaza sobre terreno intrincado no se pronostican, pero se pueden superponer a la intensidad de las ráfagas en el pronóstico. Por tanto, si la intensidad de las ráfagas en el pronóstico son superiores a tu tolerancia, ten en mente que en algunos lugares las ráfagas pueden ser mucho más fuertes.
Una ráfaga es una aceleración de viento local efímera pero hará todo lo que el viento hace normalmente. Una ráfaga se acelerará a través de un estrechamiento o sobre una cresta. En resumen, cuando el viento en la parte superior de una térmica y justo encima de la misma es fuerte, hay que sincerarse con respecto a nuestras habilidades si decidimos volar.
El meteorólogo Honza Rejmanek es piloto de parapente desde 1993. Ha competido en cinco Red Bull X-Alps y terminó de 3ro en 2009. Vive en California, Estados Unidos. ¿Quieres preguntarle algo? Escríbele a editor@xcmag.com