Clima – 2021 y La Niña

sábado 12 marzo, 2022

From issue: Cross Country en Español 66 – Abril 2022

Es oficial: 2021 fue uno de los siete años más cálidos del planeta desde que empezaron a llevarse registros, declaró la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El año estuvo unos 1,11ºC por encima de los niveles previos a la revolución industrial – el séptimo año seguido en el que la temperatura global promedio subió más de 1ºC.

El informe realizado por la OMM concuerda con dos análisis oficiales distintos realizados en Estados Unidos, en los que se halló que 2021 fue el sexto año más caliente que se haya registrado, empatado con 2018.

Sin embargo, para muchos de nosotros en Australia y en otros países, 2021 puede haber parecido en líneas generales más frío y lluvioso de lo normal. Esto se debe al efecto de dos La Niña seguidas, un fenómeno natural que trae clima más fresco y lluvioso a la región.

El hecho de que 2021 haya estado entre los años más cálidos a pesar de estas fuerzas refrescantes demuestra lo poderosa de la tendencia cálida a largo plazo. De hecho, 2021 podría ser el año más fresco que veremos. Recordemos cómo fue ese año y qué podríamos esperar para el presente año y los que siguen.

 

La Niña amortigua el calor

El año 2021 empezó y terminó con eventos de La Niña. A pesar de ser inusual que este fenómeno climático suceda dos años seguidos, no es algo nuevo.

En los años de La Niña, vemos que la temperatura promedio global baja unos 0,1-0,2ºC. Entonces, ¿cómo funciona?

Durante La Niña, vemos agua fría del fondo del océano Pacífico remontar a la superficie. Esto sucede cuando la intensidad del viento aumenta en el ecuador, lo que empuja agua más caliente al oeste y permite que más agua fría remonte de la costa de Sudamérica.

Fundamentalmente, la transferencia neta de energía de la superficie al océano más profundo hace que disminuya la temperatura superficial global. Mientras que La Niña es un fenómeno natural (no el resultado de actividades del hombre), los cambios climáticos generados por el hombre siguen siendo una influencia subyaciente que genera una tendencia de aumento de temperatura a largo plazo.

Las condiciones de La Niña en 2021 aliviaron la temperatura superficial promedio de la Tierra. En partes de Australia, el sur de África y el noroeste de Norteamérica se vieron temperaturas más bajas durante 2021 en comparación con años recientes cuando empezaron los efectos de La Niña.

A menos que haya otro episodio fuerte de La Niña pronto, seguiremos viendo años cada vez más cálidos que 2021 en el futuro próximo hasta que cesen las emisiones de gas invernadero netas a nivel mundial.

 

Un año con eventos extremos masivos

A medida que el mundo se calienta, nos estamos acostumbrando más a eventos extremos, sobretodo a olas de calor severas. No fue diferente en 2021, año caracterizado por un evento de calor increíblemente extremo en particular que sucedió en el oeste de Norteamérica.

A finales de junio y principios de julio, el calor se acumuló en el noroeste de Estados Unidos y el suroeste de Canadá. Se registraron nuevos récords de temperatura en la región – en algunos lugares, de varios grados. Se registró una temperatura  sorprendente de 49,6ºC en Lytton, Columbia Británica, la temperatura más alta registrada en Canadá.

Esta ola de calor fue desastrosa, incluyendo en Seattle y Portland, donde aumentaron bruscamente los índices de mortalidad. Poco después, un incendio arrasó con el pueblo de Lytton.

Mientras que también se observaron olas de calor en otras partes del mundo, incluyendo eventos importantes en Europa y Asia, sobresale la ola de calor en el oeste norteamericano. La escala de este evento habría sido virtualmente imposible sin el cambio climático ocasionado por el hombre.

Otros protagonistas de 2021 fueron las inundaciones en varios lugares. Precipitaciones cortas pero extremas que ocasionan riadas son cada vez más frecuentes e intensas debido a la influencia del ser humano en el clima. Se observaron eventos particularmente devastadores en Europa central y en China en julio.

 

El año más frío de Australia desde 2012

En Australia no solo hubo dos eventos de La Niña seguidos, sino que también hubo el dipolo del océano Índico negativo – una especie de versión de La Niña en el océano Índico que trae consigo clima más fresco y lluvioso a Australia durante el invierno y la primavera.

Ambos dejaron su marca y Australia vio el año más frío desde 2012 y el más húmedo desde 2016.

Aún así, 2021 fue más cálido que cualquier otro año del periodo de observación antes de 1980. De hecho, Australia se está calentando más que el mundo entero y las temperaturas en el país ya han aumentado unos 1,4ºC desde 1910.

También se observaron grandes inundaciones en Australia, particularmente en el este de Nueva Gales del Sur en marzo y recientemente en Queensland.

Sin embargo, la influencia del cambio climático en las precipitaciones extremas en Australia está menos clara que en otras partes del mundo porque este país tiene una variabilidad climática mayor en la que se alterna entre sequía y lluvia torrencial. Otra razón es debido a que las inundaciones en nuestro país generalmente se producen por precipitaciones extremas que caen durante varios días y el efecto del cambio climático en este tipo de lluvia es difícil de descifrar.

 

Qué esperar a partir de 2022

No podemos predecir el clima más allá de unos diez días, pero podemos hacer un par de previsiones para 2022 con confianza. Primero, mientras que en 2022 podría verse una ligera influencia de enfriamiento de La Niña, seguirá estando entre los años más cálidos. Tener un año individual tan frío como los que experimentamos recientemente en la década de 1990 es prácticamente imposible debido a las altas emisiones de gases de efecto invernadero.

Segundo, habrá más eventos de calor extremo en algún lugar de la Tierra este año debido a que nuestra influencia en el clima ha hecho que las olas de calor con temperaturas récords aumenten.

Incluso si empezamos a actuar contra el cambio climático de forma más urgente, experimentaremos olas de calor más frecuentes e intensas en los próximos años. Esto significa que tenemos que ser más resistentes a estos extremos y adaptar las ciudades y pueblos a un mundo más caliente.

A partir de 2022, sabemos que veremos un calentamiento global hasta que dejemos de emitir gases de efecto invernadero a la atmósfera. Con las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial que han llegado a niveles casi récord en 2021 después de una disminución breve en 2020 debido a la pandemia, estamos lejos de detener el calentamiento global. 

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